El PSOE y Unidas Podemos han dejado la puerta abierta a pactar cambios en los nuevos impuestos a banca y energéticas que tramita el Congreso. Las formaciones de Gobierno han preferido no incluir por ahora sus enmiendas que afectaban al alcance de estos nuevos tributos y dejar mayor margen a la negociación con el resto de grupos.
Poco más de una semana, eso sí, ya que el Ejecutivo pretende aprobar y enviar al Senado su paquete de medidas fiscales junto con los Presupuestos Generales del Estado de 2023, cuyas votaciones finales se prevén el próximo jueves. Hasta entonces, el calendario de tramitación previsto pasa por someter los impuestos a votación en dos días, este mismo jueves en Comisión, y aprobarlos en el Pleno del Congreso la próxima semana, tras las últimas votaciones de las nuevas cuentas.
En todo caso, el nuevo paquete de medidas fiscales ya incorpora el nuevo impuesto de solidaridad sobre grandes fortunas, con el que el Ejecutivo busca asegurar la tributación de patrimonios superiores a los 3 millones de euros en todo el país e impedir su bonificación por parte de las comunidades autónomas.
También están incorporada la actualización de las tasas de la industria farmacéutica, cuyos importes se ajustan según la actividad de cada laboratorio
Concretamente, las enmiendas que por ahora el Gobierno deja en el aire buscaban ampliar el alcance de los nuevos tributos, para incluir a petroleras, gasísticas y mineras que no fueran operador principal, en el caso del energético, y a las entidades extranjeras que operaran en España, en el caso del sector bancario.
También se quedan pendientes los cambios propuestos por PSOE y Unidas Podemos en el Impuesto sobre Sociedades, como el límite a las deducciones de las multinacionales durante el próximo año (se podrían compensar, en todo caso, en próximos ejercicios), pero también el aumento de las desgravaciones a producciones cinematográficas y series, hasta los 20 millones y 10 millones por capítulo respectivamente.