El Congreso acogió ayer un doble pleno para empezar el año. “Inauguramos 2023 y cerramos legislatura”, señaló y resumió la portavoz de EH Bildu, Merche Aizpurua. Se dijeron de todo, menos feliz año, para lo que un 24 de enero ya es tarde.
“Es usted un tipo con baraka”, por ejemplo. Afirmó el portavoz del PNV, Aitor Esteban, del presidente del gobierno, Pedro Sánchez. Baraka, según recoge la RAE, significa en Marruecos protección divina de la que disfrutan jerifes o morabitos, fortuna (suerte favorable).
Es una expresión que en los últimos 20 años solo se ha pronunciada en otra ocasión en el Congreso. Ocurrió en el Pleno del 10 de marzo de 2009 y también fue pronunciada por un diputado del PNV, Emilio Olabarría. “La baraka es la suerte, y la suerte es de duración indeterminada por su propia naturaleza. La baraka consiste en ir solventando las iniciativas parlamentarias, en ir solventando los problemas parlamentarios que se van a empezar a dilucidar desde el día de hoy en adelante en esta Cámara», afirmó Olabarría desde la tribuna de oradores.
Gobernaba José Luís Rodríguez Zapatero pero no contaba con mayoría absoluta. Y sacar medidas adelante requería de múltiples negociaciones a varias bandas en cada ocasión. Diez días antes se habían celebrado elecciones autonómicas en el País Vasco. Por primera vez, surgía la oportunidad de que el cargo de lehendakari lo ocupase un no nacionalista. Patxi López fue elegido presidente gracias a los votos de PP y UPyD y el PNV perdió su principal centro de poder.
En este contexto de aparente ruptura entre el PSOE y los nacionalistas vascos, Olabarría no solo sacó a relucir la expresión, sino que la dotó de un significado acorde a lo parlamentario.
“¿Cuánto dura la baraka? (…) la baraka dura lo que dura, seguramente cuando los condicionamientos políticos aconsejen que la suerte acaba (…) Hoy vamos a ver cómo funciona —igual es uno de los últimos días en que la baraka funciona o es de los primeros, o dura mucho, hasta los próximos Presupuestos Generales del Estado—.”
La realidad es que la baraka si llegó hasta los PGE. Unas cuentas, las del 2010, que además solo contaron con el respaldo del propio partido del gobierno y los votos del PNV y Coalición Canaria.
De vuelta al presente, Estaban también hizo mención a los PGE de este año, pero a modo de advertencia. “Es muy tentador pensar que esta legislatura ya está hecha habiendo sido aprobados los presupuestos”. Aunque los nacionalistas han sido un socio fiable, que no fácil, durante los últimos años también han sido muy habituales sus críticas al gobierno por falta de diálogo parlamentario. “Este año le toca cuidar a sus socios parlamentarios”, sentenció.