Juventud #ConVozyVoto

El voto joven representa en torno al 20% del electorado, por lo que las preferencias políticas de la juventud representan, sobre todo en los últimos años, un caladero de votos significativo y estratégico. El próximo 23 de julio no será menos, por lo que los partidos políticos se afanan por captar su atención. Veremos si mejoran la marca, porque según los últimos datos disponibles del INJUVE, los jóvenes, es decir, chicos y chicas en edades comprendidas entre los 18 y 29 años, votaron un 6,6% menos que las personas adultas en las pasadas elecciones generales de 2019.

Mucho se habla sobre juventud, así que aquí lanzo algunas ideas que ayudan a aclarar porque la gente joven representa una oportunidad para generar políticas públicas con vocación de transformar, para ampliar nuestras democracias y para entender mejor sociedades cada vez más diversas y complejas.

  1. Su comportamiento electoral y su participación es diferente. La juventud está fuertemente marcada por la transformación tecnológica y la globalización. El mundo ha cambiado mucho en poco tiempo y con él la forma en la que la ciudadanía, especialmente la gente joven, reclama participar y movilizarse en el ámbito público y social. Las instituciones y la clase política deben actualizarse y comprender las nuevas culturas políticas, porque si no no pueden conectar ni responder a las necesidades y demandas actuales. Muestra de esta idea son los renovados movimientos sociales, como el ecologismo o el feminismo, que son motivo de activismo para muchos chicos y chicas. Sin embargo, no parece que las citas electorales las identifican como una forma significativa de incidencia en el espacio público. Esto quiere decir que este método de participación electoral necesita reforzarse y mostrar de forma más evidente su utilidad y que la juventud sí qué le interesa y se implica en política.
  2. La juventud evidencia rasgos de la población general. La desafección es carcoma para nuestras democracias y por desgracia no solo afecta a la gente más joven, sino que se aprecia en el conjunto de la ciudadanía. Tener en cuenta la perspectiva de juventud sirve para identificar estos tipos de comportamientos democráticos, pero también es clave para identificar problemas y demandas sociales que afectan a la mayoría social, pero que se ceban especialmente con las y los más jóvenes.
  3. Política de largo plazo para poder transformar. Siguiendo con el punto anterior, buscar la perspectiva de la juventud, acercarse a su día a día, es probablemente una de las recetas más eficaces que tienen las y los representantes políticos para elaborar medidas y programas con vocación transformadora. Políticas públicas que puedan abordar con mirada larga los enormes retos que tenemos como sociedad. Las sociedades actuales son cada vez más veloces, diversas y complejas y hay que tener claro cómo no desconectarse de ellas. La credibilidad y la percepción de utilidad de las instituciones democráticas es lo que está en juego.
  4. La juventud no solo cuenta en campaña. Acordarse de la gente joven solo en campaña electoral atañe unos riesgos que nuestra democracia no puede permitirse. Realizar política espectáculo en campaña electoral, con medidas sin fundamento ni seriedad, merma la credibilidad de la ciudadanía en sus representantes y alimenta la percepción de que votar contribuye solo a política inútil y de corto plazo. La clase política debe saber que a la campaña electoral hay que llegar con los deberes hechos y para eso se requiere respeto, seriedad y compromiso con la ciudadanía, especialmente con la gente más joven, que afronta con vértigo su futuro.
  5. Una juventud participativa e implicada. La clase política debe conectar con la ciudadanía en general y con la gente joven en particular. Para ello es importante generar más y mejores espacios colectivos de colaboración y participación, tanto en las Administraciones como fuera de ellas. Las Administraciones deben esforzarse por integrar mejores fórmulas de participación en sus procesos de toma de decisión pública. Por su parte la sociedad civil debe generar más espacios comunitarios, de encuentro y debate. Todos ellos serán espacios y herramientas que faciliten un acercamiento entre representantes y representados.

La clase política debe conectar con la ciudadanía en general y con la gente joven en particular. Para ello es importante generar más y mejores espacios colectivos de colaboración y participación

Vivimos una época de crisis democrática. En palabras del filósofo Daniel Innerarity, “la democracia se ha quedado desfasada en casi todo”, por lo que es vital reforzarla y ampliarla. En el Think Tank Political Watch, que trabajamos por mejorar la gobernanza, las políticas públicas y la calidad democrática, lo tenemos claro. Por eso, junto a la consultora Harmon y Talento para el Futuro, nos hemos aliado para lanzar una campaña, llamada #ConVozyVoto, que pretende concienciar sobre la importancia de que la gente joven participe y vote el próximo 23 de julio. 20 organizaciones de la sociedad civil, que trabajan temas de participación ciudadana y juventud, como el Consejo de la Juventud, han apoyado esta iniciativa que nace desde el convencimiento que trabajar desde la alianza y la co-creación es la clave del éxito.

Sobre la campaña #ConVozyVoto, Elsa Arnaiz, presidenta y directora general de Talento para el Futuro afirma que esta campaña pone el foco en recordar que votar es un derecho adquirido y que además es un acto cívico de enorme responsabilidad. Por parte de Political Watch, remarcamos que nuestra democracia se queda coja si parte de la ciudadanía se queda fuera, por lo que reforzarla y ampliarla, con más y mejores mecanismos de participación ciudadana es la gran tarea de nuestro tiempo. Por último, Diego Bayón, director de Incidencia Pública de la consultora Harmon, respalda estos comentarios y añade que es preciso que sociedad civil e instituciones trabajen juntos para afrontar retos tan importantes como el futuro del trabajo, la transición energética o la movilidad prestando especial atención a la perspectiva de juventud.

Para afrontar el presente y el futuro es vital que la gente joven alce su voz y reivindique su voto. La tarea de la clase política a partir del 23 de julio es escuchar y trabajar.

SOBRE LA FIRMA 

Paola Cannata es politóloga y responsable de estrategia y alianzas de Political Watch